Naciones Unidas en crisis

Antonio Guterres en Naciones Unidas

Interesante fue la reunión reciente de Las Naciones Unidas, donde su Secretario General, hace un peculiar llamamiento de alta preocupación, cosa que en realidad ha hecho en repetidas oportunidades pero muy débilmente. Especialmente con el socio mayor de decisiones de altas envergaduras; como lo es Estados Unidos y, sus aliados. Que no se pueden dejar de lado pese a que a veces a medio camino callan pero guardan el silencio cómplice de sus actos de apoyo.

Dijo Antonio Guterres en el inicio de la sesión:  “El mundo debe despertar. Estamos al borde de un abismo y moviéndonos en la dirección equivocada”,  a los líderes internacionales en la sede de la organización, en Nueva York, este mes de septiembre de 2021

Aparentemente, se mostró muy serio en su discurso dirigido principalmente a la pandemia del Covid19, que afecta al mundo. Un poco tarde, se puede decir ya que esto debió ser abordado desde un principio donde el mundo se vio afectado. O sea, una falta de liderazgo y servilismo como ha ocurrido con todos los secretarios por presiones políticas de los Estados Unidos de Norte América y, que para nadie es desconocido. Para realzar el colorido discurso fofo, sin énfasis y al llamado compromiso real, mencionó la problemática del medio ambiente y sorpresivamente “la crisis en Afganistán, Etiopía y Yemen. Cosa curiosa, antes cuando estaban los norteamericanos no se pronunció y ahora que salieron arrancando después de 20 años de invasión y ocupación, le salto la chaucha; a cerca de las desigualdades del mundo. Por supuesto no mencionó, el boicot a Cuba, las intervenciones políticas a nivel internacional contra Venezuela, el apoyo al golpe de Estado en Bolivia. Si lo hace seguro lo sacan volando de ese puesto al cual lo pusieron.

De pasada y en un toque de adorno, dejó entrever que muchos países ricos; sin nombrar a ninguno, la “obscenidad” de estos. Donde muchos, sino la mayoría de los países africanos y asiáticos como islas caribeñas y latinos no tienen acceso a la vacuna, paralelo a que quieran estos en forma individual vacunarse o no. Debido a la alta tasa de desinformación y muchos intereses de las farmacéuticas de vender y vender sus productos. Que entre paréntesis ningún gobierno por ser una clausula interna y adoptada por todos, decir el costo millonarios que hacen estas farmacéuticas a nivel mundial. En definitivas, hay más de un 90% de países africanos sin accesos a vacunas.

Y así de un fuerte cambio de información, sin “exigirles a los países miembros y ricos” ser caritativos y solidarios con estas naciones que quieren sobrevivir. Ni siquiera los insto a ese compromiso. Y se fue directo a algo que ha sido proclamado por décadas en esta asamblea y sus principales socios y productores de este cambio ambiental por la producción de gases contaminantes en reducir sus emisiones. ¿Quién no sabe de este daño ambiental?

Estados Unidos de Norte América, es uno de los países que se ha negado por décadas y sistemáticamente a no firmar acuerdos internacionales y evitar que la tragedia sea menor, ya que nadie puede parar esta catástrofe ambiental. ¿Podrán estas naciones en su próxima cita mundial a cerca del clima ambiental en noviembre próximo en el Reino Unido sacar finalmente un acuerdo escrito y sustancial?

No hay lugar a dudas que la política internacional del neoliberalismo desencadenada en la globalización, ha sido una de las principales causas de esta franja anti solidaria, de principios corruptos, de empobrecimientos global y la patética forma en que se erigen estas naciones europeas y sus socio mayor en nuestra América han hecho colapsar el mundo político mundial. La desconfianza, la hambruna y desesperación hacen que muchos emigren tanto en Europa como en América, afectando la vida social y desarrollo de las naciones todas. Y los principales causantes de esta tragedia, ni se inmutan. Es aquí donde el payaso de Secretario de Naciones Unidas debería estar a la vanguardia de la institución internacional y exigirles en forma pública que acaben con esta situación de grandes ricos y millones de pobres en el mundo.

De nada saca sólo mencionar una triste realidad diciendo en estos tres puntos: “Cuando se ven a multimillonarios paseando por el espacio mientras hay millones que pasan hambre en la tierra…  Cuando los padres no ven un futuro para sus hijos…  Cuando los jóvenes no ven un futuro…”, si el mismo individuo que tiene este puesto de alta representación, no obliga a estos a cumplir con propósitos humanitarios y solidarios para vivir en un mundo mejor y, sin cargar la balanza. Porque cuando son provocados por Estados Unidos de Norte América, calla, pero cuando son provocados porque no quedan alternativas sociales de entendimientos, se lanza todo el capitalismo con saña por medio de su prensa mundial a condenar estos golpes militares. Nadie está a favor de los golpes militares por sus características que tienen y su poder dictatorial con que se adueñan del destino de las naciones. Son una amenaza de todo orden humano. Pero la ley pareja no debería ser tan ambigua para unos y tan drástica para otros. Después de todo, sean de derecha o izquierda son golpes militares sangrientos y de una nefasta intervención a la democracia.

Casi al final de su discurso, llama la atención que hoy y no siempre, se fije en la geopolítica y su división mundial. ¿A caso esta nunca ha existido? La geopolítica es una estrategia militar de larga data. Es la que se encarga por derechos económicos de implementar estrategias divisionistas. Única arma de largo alcance para perpetuarse en el poder mundial. Por eso disminuye la unidad mundial y los países que ellos llaman pobres, les roban descaradamente sus riquezas. Cierto que hay países muy pobres porque no tienen grandes recursos naturales que robarles, pero están los africanos, los asiáticos y latinos y caribeños por desmantelar. Por eso el Consejo de Seguridad de este organismo ha mermado su capacidad de acción. Porque muchos países ya no les hacen caso debido a la gran impunidad del saqueo y desprecio por los países emergente, subdesarrollados o de nuevo orden social como tienden los neoliberales, conservadores y fascistas a tildar a los que no piensan como ellos.

En definitivas y finalmente, Guterres cerró su discurso ambiguo, sin énfasis ni obligación de acuerdos, llamando a “transformar al mundo” con una suerte de recuperar la confianza emplazando el multilateralismo que hoy día no existen. Sus palabras creo aun resuenan a gusto a nada y una vez más, este llamado y esta reunión paso como las anteriores.

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