21 de mayo: Arturo Prat y el legado del heroísmo eterno*

Armada de Chile. (2015). Pintura del capitán Arturo Prat abordando el Huáscar durante el Combate Naval de Iquique
Cada 21 de mayo, Chile detiene su marcha para rendir homenaje al Capitán Arturo Prat Chacón, mártir del Combate Naval de Iquique y símbolo imperecedero del heroísmo patrio. Más allá del bronce, Prat representa una integridad moral, un compromiso con el deber y una vida marcada por la virtud que aún inspira generaciones.
Prat no fue un héroe improvisado. Desde su infancia en Ninhue, forjado entre sacrificios familiares y educación austera, mostró una voluntad férrea, una inteligencia precoz y una sensibilidad cultivada por su madre, doña Rosario Chacón. Su formación en la Escuela Naval y su camino como marino se nutrieron de perseverancia, religiosidad y una ética que no claudicó nunca. Fue también abogado y diplomático, mostrando que el heroísmo se cultiva tanto en el combate como en la reflexión y el estudio.
El 21 de mayo de 1879, ante un enemigo claramente superior, Arturo Prat pronunció aquellas palabras que marcarían la historia: “¡Muchachos! La contienda es desigual… pero ánimo y valor… ¡Nunca se ha arriado la bandera frente al enemigo!”. Su posterior abordaje del Huáscar y su caída en combate no solo sellaron su destino, sino que marcaron un punto de inflexión en la Guerra del Pacífico, despertando el fervor patriótico del país.
Prat murió como vivió: con el escapulario de la Virgen del Carmen al cuello, la espada en la mano y el corazón lleno de amor por su patria, su familia y sus ideales. Fue más que un marino: fue un ciudadano ejemplar, esposo amoroso, padre tierno, compañero leal y creyente profundo. Su vida fue, en palabras de Vicuña Mackenna, una “inquebrantable unidad moral, desde el pañal al sudario”.
Hoy, cuando el mundo parece urgido de referentes éticos, la figura de Arturo Prat vuelve a alzarse como faro. Su legado no está solo en la memoria de un combate naval, sino en la profundidad de su humanidad. Celebrar el 21 de mayo es recordar que el verdadero heroísmo nace del carácter, del deber silencioso, del sacrificio constante y del amor incondicional por los demás.Chile no solo honra a Prat, lo necesita. Porque su ejemplo sigue educando. Porque su vida sigue hablando. Porque su muerte sigue inspirando.
*Nota: El presente artículo se inspira en el ensayo “Prat, el héroe”, escrito por Florencio Infante Díaz, capellán del Ejercito de Chile, y publicado en la Revista de Marina (julio-agosto, 1968).
Editado por Trinidad Caro (Sobrina tata tataranieta).