Relación de armonía

(Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite” Isaías 9:7 Antiguo Testamento)

Soñé una vez que vivía en un lugar apacible, sereno
donde no existían las preocupaciones, ni sobresaltos,
mucho menos los ataques de pánico ni de ansiedad.
Eliminadas habían sido las enfermedades físicas y mentales.
Las fronteras de todos los países habían desaparecidos y
la barrera del idioma se encontraba perdido en el tiempo
y se hablaba un solo idioma universal.
Se impusieron la empatía, la fraternidad, el amor…
La noche, la oscuridad y la tenebrosidad
se evaporaron como las nubes
y el sol alumbraba todo el día.
La memoria de las enfermedades y de la muerte,
totalmente ausentes.
Los crímenes, los actos de terrorismo, los femicidios e injusticias
se disiparon del planeta Tierra por completo.
Qué sensación de bienestar experimenté por la ausencia de guerras.
En aquel sublime lugar, el cual era mi hogar,
flotaba un total sosiego y tranquilidad.
Palpar se podía la tal ansiada justicia
Sin temor alguno, se caminaba por las calles.
Vi a la gente conviviendo con animales en armonía.
Enterrados quedaron las adicciones al alcohol, a la comida chatarra,
a las drogas y a los juegos de azar.
En los océanos, los lagos y ríos
sobreabundaban los peces y mariscos
y la tierra nos prodigaba la hortaliza y la fruta
y ninguna persona poseía más cosas materiales que la otra.
El ser humano no envejecía,
La vana competencia con su prójimo, y la vanidad
ya no existían.
Extintas las religiones, cultos y deidades,
regía un solo Ser Supremo y Divino
Pletórico de amor hacia la humanidad.