Crisis política en Canadá

Chrystia Freeland
La crisis política que ha remecido al gobierno federal canadiense dejó una estela de preocupaciones en la medida que la Ministra de Finanzas Chrystia Freeland, mano derecha del Primer Ministro Justin Trudeau. Así, la capital canadiense Ottawa, fue foco de atención mediática de inmediato. Todo esto como antesala de la forma como Canadá, tenía que enfrentar las locuras del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump. Que incluso atrevidamente ha insistido que Canadá debería ser agregada como un estado más de su país. Un insulto que ha generado múltiples reacciones.
Pese a las diferentes opiniones de políticos y analistas, el colapso canadiense en este sentido, llevó a la renuncia posteriormente del Primer Ministro Trudeau. Esta situación de no encuentro de cómo enfrentar las políticas emplazadas por Trump entre estas dos máximas autoridades canadiense, fue como Trudeau ya llamó a elecciones anticipadas en la medida que esta crisis política que por supuesto afecta a todo Canadá.
Freeland, mencionó las diferencias políticas en economía con el Primer Ministro, a consecuencia de la victoria electoral de Trump en Estados Unidos y su oposición a decisiones económicas anunciadas por el gobierno canadiense muy diseñadas para mejorar la maltrecha imagen pública de Trudeau. Sin olvidar que Trump, ha humillado públicamente a Trudeau y este ha guardado silencio dejando mucho que desear su carácter de líder gubernamental.
La renunciada ministra de economía, dijo claramente: “Necesitamos tomar la amenaza de aranceles de Trump, con extrema gravedad. Esto significa en estos momentos mantener seca nuestra pólvora fiscal para tener las reservas que podamos necesitar para la próxima guerra arancelaria. Eso significa evitar costosas pantomimas políticas”. “Esta convicción ha guiado mis esfuerzos este otoño, para manejar nuestros gastos de forma que nos dé la flexibilidad que necesitamos para cumplir los graves desafíos presentados por Estados Unidos”, declaró.
Esto, con la amenaza que el presidente electo estadounidense realizó el pasado 25 de noviembre de imponer aranceles del 25 % a Canadá y México hasta que cese el flujo de drogas e inmigrantes ilegales a través de las fronteras.
Quien aprovechó de inmediato esta dimisión de Freeland, fue el líder de la oposición del Partido Conservador, Pierre Poilievre; quien denunció el “caos” del Gobierno y solicitó elecciones anticipadas inminentes. Nada para sorprenderse ya que todo esto estaba en el ambiente político de una bomba que estaba por reventar y así ocurrió.
El líder del Partido Conservador de acuerdo a sondeos, tiene 20 puntos de ventaja sobre el Partido Liberal de Justin Trudeau, en términos de votación. Los mismos sondeos señalan que si se hacen las elecciones en estos momentos (diciembre enero) el Bloque Quebecua (BQ) se convertiría en el líder de la oposición y que el Partido Liberal y el partido Nuevo Democrático (NDP) estarían relegados al tercer y cuarto puesto en el Parlamento Federal.
La situación socio-política canadiense a través del país se ha visto en una elevada subida del precio de propiedades, inflación inevitable ya que se juegan con factores internacionales y el gobierno federal no tiene ni muestra cómo enfrentarla. A eso se suman los cortes económicos a los servicios sociales que tienen un fuerte impacto en la población de todos los niveles sociales. Sin mencionar los problemas de inmigraciones pese a los esfuerzos de sus anuncios de buena perspectiva de vivir en Canadá.
Por último, no se sabe pese a la renuncia de Justin Trudeau, si se re postulará a la próxima elección, aunque quedó en el aire sin ser ratificado por el renunciado primer Ministro Justin Trudeau, podría nuevamente estar en las boletas de las elecciones generales, que están programadas a realizarse el venidero 20 de octubre 2025.