Resultado de elección federal de Canadá
Mark Carney, el controvertido Primer Ministro interino que asumió tras la renuncia de Justin Trudeau, fue electo democráticamente este 28 de abril como nuevo jefe de gobierno en una jornada histórica para Canadá.
La elección, breve pero intensamente disputada, estuvo marcada por una creciente polarización política y por el impacto de los dichos del expresidente estadounidense Donald Trump, quien insistió en que Canadá debía convertirse en un nuevo estado de EE. UU. Estas declaraciones, lejos de intimidar, reavivaron un nacionalismo canadiense silencioso pero profundo, especialmente ante los reiterados insultos que Trump dirigió a Trudeau, quien optó por no responder.
En ese escenario, el Partido Liberal enfrentaba una encrucijada. La fuerza conservadora, liderada por Pierre Poilievre, parecía encaminada al triunfo. Su campaña prometía revertir las políticas de Trudeau, debilitado tras años de alza en el costo de vida y crisis habitacional. Poilievre, confiado, creyó tener la victoria asegurada.
Pero el resultado fue inesperado. Contra todos los pronósticos, Carney no solo ganó, sino que obtuvo una ventaja considerable. Aunque el conteo final aún no concluye, se confirmó que los liberales lograron 169 escaños —quedando apenas a tres de la mayoría absoluta—, frente a los 144 obtenidos por los conservadores, que pasan a ser la oposición oficial.
A pesar de no alcanzar la mayoría parlamentaria, el Partido Liberal se fortalece con este cuarto triunfo consecutivo, algo que parecía impensable semanas antes de la elección. Las proyecciones iniciales auguraban una derrota aplastante, pero los resultados revelaron una ciudadanía que, en masa, acudió a votar para defender la soberanía política canadiense. Más de 7,3 millones de personas emitieron su sufragio, cifra récord para una democracia parlamentaria donde el voto no es obligatorio.
La injerencia de Trump, que buscaba beneficiar a Poilievre, terminó por perjudicarlo. Su silencio inicial ante esas declaraciones fue interpretado como sumisión o complicidad, y solo reaccionó cuando ya era demasiado tarde. Ese error de cálculo resultó fatal.
El remezón político fue aún mayor. Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático (NDP), perdió su escaño parlamentario y arrastró a su colectividad a una debacle: de 25 escaños, el NDP conservó solo siete. Poilievre, por su parte, también fue derrotado en su distrito frente al liberal Bruce Fanjoy, perdiendo su histórica diputación.
Ambos líderes reconocieron su derrota y felicitaron públicamente a Mark Carney, quien emerge como una figura moderada y técnica, pero eficaz, en medio de un clima de desgaste y polarización.
La nueva configuración parlamentaria quedó así:
- Liberales: 169 escaños
- Conservadores: 144 escaños
- Bloque Québécois: 22 escaños
- NDP: 7 escaños
- Partido Verde: 1 escaño
Si bien Carney liderará un gobierno minoritario, este resultado le otorga un amplio margen de maniobra, al menos inicial, y posiciona nuevamente al Partido Liberal como eje de la gobernabilidad canadiense. En tiempos donde la democracia tiembla en muchos rincones del mundo, Canadá, silenciosamente, acaba de reafirmar la suya.