EDADISMO

La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.
Proverbio Hindú

El término edadismo resulta todavía desconocido para una gran cantidad de personas, no obstante, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) resulta la tercera causa de discriminación en el mundo, solo precedida por el racismo y el sexismo.

Se conoce por edadismo a la discriminación por motivos de edad y se manifiesta en diferentes estereotipos y/o la discriminación contra personas o conjunto de personas debido a su grupo etario. Se puede manifestar como actitudes prejuiciosas, segregacionistas. Las actitudes discriminatorias por motivos de edad se manifiestan en todas las sociedades, en todos los grupos sociales y en cualquier etnia.

De manera que el edadismo se manifiesta en estereotipos, prejuicios y discriminación hacia las personas debido a su edad.

La sociedad manifiesta como algo normal las prácticas edadistas, por lo que en muchas ocasiones se manifiestan actitudes cotidianas sin reconocer, o sin conocer que están haciendo uso de ellas. De esta manera infantilizan o se marginan personas por el solo hecho de ir envejeciendo, por ejemplo.

Si bien el edadismo se puede manifestar en cualquier grupo etario, se acentúa en la tercera edad, debido a estereotipos y creencias preestablecidas para este grupo. Así podemos ver como se consideran improductivas a nivel laboral, que no tienen conocimientos actualizados, que no están al día ni social, ni cognitivamente, que pierden sus capacidades físicas o mentales, que su experiencia ha quedado obsoleta o ya no es útil, por solo   mencionar algunas de las ideas preconcebidas existentes. Por otra parte existen creencias limitadoras en cuanto a su vida sentimental y sexual, o en relación con las actividades que pueden realizar o al aspecto que pueden tener (vestimenta, accesorios, etc.).

Unas de las manifestaciones más visibles, pero más cruentas se dan en el seno familiar. Se les excluyen de conversaciones, de actividades, o celebraciones. Se toman decisiones que les afectan sin consultarles. Se habla de ellos en su presencia como si no pudieran escuchar o no les afectara lo que se dice.

A todo esto, se puede agregar abandono, maltrato, acoso, extorsión, robo, por mencionar algunos abusos a los que se someten a los ancianos, aunque pocas veces ellos se atreven a denunciarlo.

En otros casos, el edadismo es más sutil. Aparece en conversaciones cotidianas, en comentarios que surgen sin darse cuenta la persona o las personas en la conversación, que la mayoría de las veces los emisores pueden ofender a las personas que los reciben. Después de todo, solo se está asumiendo lo que llamaría su invisibilidad.

Se ha reportado que el edadismo se ha hecho mas visible durante la pandemia que nos azota actualmente. Esto impulsó a la ONU a medir el alcance que ha tenido y llegó a la conclusión que el edadismo está presente en la mitad de la población global.

En un primer informe sobre edadismo, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos y otros organismos de Naciones Unidas, se concluyó que una de cada dos personas en el mundo discrimina a las personas mayores a distintos niveles.

Esta revelación se hizo manifiesta en la pandemia, de manera tal que se consideró la edad como Factor determinante para la asignación de los recursos y asistencia hospitalaria, que se hicieron escasos en un momento determinado al colapsar los centros de salud, sin tener en cuenta otras condiciones, por tanto, se “hizo uso” de los estereotipos que llevan a considerar al adulto mayor vulnerable y hasta en algunos casos “que han vivido lo suficiente” y deben dar paso a los mas jóvenes. Este pensamiento denota el razonamiento siguiente: la vida de una persona mayor es menos valiosa que la de alguien más joven. ¿está usted de acuerdo? Realmente yo no. 

Equiparar tercera edad, vejez, ancianidad a dependencia y vulnerabilidad es edadismo, sin lugar a duda, lo que puede tener consecuencias, incluso en las propias personas de edad avanzada, ya que puede provocar menores niveles de autonomía, mayor estrés y menos actividad productiva.

Todos estos prejuicios e ideas preconcebidas están arraigados en la sociedad, lo que, peor aún, se promueve entre las personas adultas mayores que hacen suya las ideas de aislamiento social, deterioro físico y mental, disminución de la actividad física y la creencia de que resultan una carga económica.

¿Podemos hacer algo para combatir el edadismo?

Al menos tendremos que intentarlo y ayudar a que se vaya eliminando o extinguiendo. Las siguientes son solo algunas sugerencias, pero podemos tener muchas iniciativas al respecto.

Tratar la tercera edad de manera adecuada tanto en los medios de comunicación, como en las escuelas, centros laborales y otros lugares que frecuente la población en general

Entender el envejecimiento de una manera diferente y actual, lejos de las ideas preconcebidas de que son personas inútiles, que van perdiendo todo protagonismo y por ende están poco preparados y tienen pocas posibilidades de ayudar. Tratar de aprovechar el caudal de conocimientos y experiencias que estas personas poseen, lo que beneficiaría a todos. A los mas jóvenes por contar con la experiencia de estos y a ellos por sentirse útiles y tenidos en cuenta.

Deslindar la enfermedad de la edad. Se ve a veces como inherente, pero no necesariamente es así, sobre todo teniendo en cuenta el desarrollo científico actual y la calidad de vida de las personas en general.

Facilitar el contacto intergeneracional que ayudaría al conocimiento mutuo y el intercambio,

Prestar atención a las habilidades de cada una de las personas de la tercera edad y ayudarlos a desarrollarlas.

Fomentar la autonomía personal en cada uno de ellos.

En la familia, además de todo lo anterior, tenerlos en cuenta y no excluirlos de cada una de las actividades, decisiones y planes familiares.

Queridos lectores, involucrémonos en estas sugerencias y como siempre les digo… ¡Hasta la Próxima!

mategar@yahoo.com

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